Tuesday, August 18, 2020

San José busca agilizar el tema de protocolos

El tema de la certificación de protocolos de bioseguridad es una de las prioridades en el club San José para programar el retorno a los entrenamientos, por tal razón la dirigencia agilizará los preparativos en esta semana para que la documentación sea entregada a las instancias respectivas y también se realicen los trabajos de adecuación en el complejo “Húngaros del 55”.

El responsable de Logística del club orureño, Raúl Martínez, explicó que ya se tiene todo listo en el marco de la documentación que debe ser entregada a las autoridades respectivas para obtener la certificación y los permisos para volver a los entrenamientos.

Señaló que este trabajo se realizó junto al cuerpo médico de la institución y que sólo faltan detalles para culminar con este trabajo, la segunda parte estará abocada al tema de adecuación en el escenario principal de la institución ubicada en la carretera a Vinto.

Indicó que en estos días se tendrán importantes novedades ya que, si bien se trabajó solamente en el tema de los ambientes que están debajo de las graderías, se debe encarar otras tareas necesarias que son parte de las exigencias para que se pueda retornar a los entrenamientos.

Lo principal es el tema del amurallamiento del complejo y para cumplir este trabajo se solicitó ayuda a los socios para que puedan colocar ladrillos, pero de momento la iniciativa no fue bien aceptada.

“Hemos pedido colaboración a muchos socios que hagan llegar su granito de arena porque usted sabe que la situación de las paredes tanto internas como externas del complejo nos falta un largo trecho, ojalá podamos realizar eso a los socios que realmente quieren en vez de pagar un mes de cuota puedan brindar su granito de arena en ladrillos el directorio y sus colaboradores vamos hacer todo lo posible para concretar este proyecto y cerrar de una vez nuestro complejo”, indicó.

Otro de los aspectos en los que se debe trabajar es el piso del complejo ya que el tema de la tierra es un factor de propagación y peligro del virus, la dirigencia tiene conocimiento de este tema y se está trabajando en ese sentido para ver qué alternativas se pueden efectuar para minimizar este riesgo.

“Primeramente son los tramites y poco a poco ir completando las demás tareas hasta que se reinicien los entrenamientos, tenemos que lograr el amurallamiento de nuestro complejo y así dar tranquilidad a los jugadores y la parte técnica”, indicó.

Una de las ventajas que se tiene es que el complejo cuenta con más de una cancha, lo cual beneficia a la entidad una vez que se cumplan los entrenamientos para distribuir de mejor manera los espacios.

Aún queda mucho trabajo y lo que falta es tiempo, ya que son varios espacios que deben ser adecuados, contratación de más personal, prever aspectos como la atención a la prensa y medios de comunicación, y el tema del tiempo apremia porque ya se tiene fechas tentativas para el reinicio del campeonato boliviano.

Al margen de esto también se debe planificar el tema de protocolos en cuanto al estadio “Jesús Bermúdez”, escenario donde San José debe disputar sus encuentros por el torneo de la División Profesional.

“Sobre el escenario del “Jesús Bermúdez” se tiene que hacer una situación de bioseguridad para cuando le toque jugar al club, en ese entendido se han mandado las notas respectivas, esperemos que las respuestas sean concretas para que en el momento oportuno también tengamos que tomar las medidas de bioseguridad en el estadio”, afirmó Martínez.

Un buen momento para la modernización

Desde el año 1996 que San José tiene en posesión los terrenos de la carretera a Vinto, pero en más de 20 años no se hizo ninguna obra de gran envergadura a pesar de los múltiples anuncios que se cumplieron por las dirigencias de ese entonces, incluso la infraestructura estuvo a punto de ser rematada, la gestión de Florencio España impidió esa situación.

Inicialmente se encaminó las obras que actualmente vemos, como las canchas de césped natural y la infraestructura de los camarines, desde el 2012 las canchas auxiliares y las graderías, la mayoría de las obras entregadas en el 2017 bajo la promesa de una segunda fase, la cual tampoco se cumplió.

Ahora la obligación ante la pandemia y las normas de seguridad, exigen hacer arreglos importantes en el complejo que debieron haberse hecho mucho antes, ya que se cuenta con un terreno de cinco hectáreas y algo más, que con una buena planificación puede convertirse en un espacio de primer nivel, que a futuro le pueda dar réditos al club, lastimosamente dirigentes, socios e hinchas están más preocupados por los intereses de orden personal que por el bien colectivo del club de la “V” azulada.

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