Thursday, October 18, 2018

Familia Torrico: su amor por el fútbol y la formación de jóvenes promesas



Es más de mediodía y un pequeño espera la llegada del vehículo de la familia Torrico, que lo llevará a su entrenamiento de fútbol.

La familia de los jugadores cochabambinos Didí y Jair Torrico, que militan en el club San José, asumió a mediados del 2016 una iniciativa familiar para apoyar al deporte con la compra del club Atlético Independiente.

Los hermanos Torrico se encargan costear la indumentaria, refrigerio, transporte y premios para los futbolistas con el objetivo de incentivarlos y que no dejen de entrenar.

Muchos de los niños viven por Quillacollo y entrenan en dos canchas, una en la zona del parque Mariscal Santa cruz y otra en la avenida Beijing. Ambos escenarios, administrados por la Alcaldía, son alquilados por la familia.

El inicio

Los futbolistas tienen dos hermanos, uno de ellos es arquitecto de profesión y su pasión por jugar fútbol lo llevó a buscar opciones para practicar deporte.

Por una cuestión de horarios, no podía participar de otros clubes y ése fue el inicio para concretar un anhelo que tenían Jair y Didí.

“Tenemos que tener un equipo, aunque no en la Primera ‘A’, pero por lo menos en algún equipo juvenil. Ellos fueron los que se animaron a comprar este equipo para que puedan estar tanto mi hijo que tiene 18 años, como mi hermano el arquitecto”, señala Doris, la hermana mayor.

Doris cuenta que comenzaron a juntarse jóvenes que eran rechazados en otros equipos por cuestión de espacio o porque sus canchas eran lejanas a sus hogares.

Entre los nuevos integrantes comenzaron a dar forma al club. Los niños llegaron a pedido de un profesor que buscaba inscribir a los pequeños en las competencias de la Asociación de Fútbol de Cochabamba, recuerda Doris.

Independiente llegó a cobijar una sub-7, sub-9, sub-17, sub-19, libre de mujeres y la categoría “A”.

Sin embargo, este año las chicas desistieron de seguir con las competencias, ya que no llegaban a completar los equipos con jugadoras.

El club, por el momento, cuenta con la sub-9, sub-19 y la categoría A.

Gratuito

“Es gratuito. Nosotros no cobramos ni un peso. Al contrario, les damos premios cuando van a un partido”, explica Doris.

Los jugadores titulares reciben 100 bolivianos y los suplentes reciben 50 cuando ganan partidos. “Que por lo menos les sirva para sus pasajes o para alguna cosita”, señala.

El objetivo de la familia es brindar a los jóvenes una oportunidad de hacer deporte y no tener excusas para dejar de asistir a las prácticas.

“Lo que más motiva a mis hermanos es que, aunque sea, unito llegue a una selección nacional. Con eso vamos a estar felices”, asevera Doris.



PASIÓN Y DEDICACIÓN

Lo que más motiva a mis hermanos es que, aunque sea, unito llegue a una selección. Con eso vamos a estar felices”.

“Les quiero brindar la ayuda que yo he tenido”.

Sándwich y refresco son infaltables en cada encuentro deportivo”.

“Me pueden castigar con tele, pero no castiguen con no ir a un partido”.



CUANDO LA PASIÓN GANA A UNA MANO FRACTURADA

Cuando Didí tenía 11 años se fracturó la mano derecha en un accidente.

La herida fue tan profunda que la cicatriz aún es visible en su piel.

Pese a que tenía un yeso y la inmovilidad era tanta que no podía escribir, asistía a sus entrenamientos de fútbol.

Si no lo dejaban, se daba maneras de “escapar para ir a jugar”, recuerda su hermana Doris.

“Se moría por jugar”, recuerda la hermana mayor de los Torrico.

“Me pueden castigar con tele, pero no castiguen con no ir a un partido”, era una de las frases que repetía Didí, en una época en la que los niños, comúnmente, escogían la televisión como medio de entretenimiento.

El empeño y sacrificio del pequeño lo llevaron a pertenecer a la selección nacional.

En 2009, Didí fue el autor de uno de los seis goles que Bolivia hizo contra Argentina en las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010.

En ese entonces, Maradona era seleccionador de la Albiceleste y esa derrota (6-1) fue la primera que vivió en esa época de su vida.

El encuentro se disputó en el estadio Hernando Siles de La Paz, el escenario estaba repleto y en el minuto 86, Torrico anotó el sexto gol sellando la goleada de la Verde.

Doris vio desde España la hazaña de su hermano y decidió darle un regalo: zapatillas de última generación. Desde entonces, el jugador calza con botines de modernos.


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