La mala gestión de Sebastián Bueno y Silvio Fontana va dejando consecuencias funestas para el club San José, cuando aparecen algunas demandas de jugadores que solo llegaron a modo de prueba en el “santo” y ahora aparecen con contratos firmados y demandas por miles de dólares en contra de la entidad orureña.
Tras la posesión de Sebastián Bueno, se volvió a repetir la receta en el club San José, efectuando un proceso de selección de jugadores, el vicepresidente de la entidad Silvio Fontana aprovechó esta situación para propiciar la llegada de algunos jugadores que transitaban su fútbol por Centroamérica, entre ellos Cristian Díaz, Augusto Seimandi, Alan Rodríguez y Walter Cejas, quienes en algunos casos afirmaron que estaban llegando con el contrato en la mano, algo que en su momento la dirigencia de Sebastián Bueno negó rotundamente.
Los jugadores pasaron con más pena que gloria en San José, ya que la dirigencia de Bueno y Fontana no pudieron solucionar los problemas del “santo” como fue la promesa principal de su campaña y por el contrario hundieron más al cuadro orureño, ya que no tenían el más mínimo conocimiento de manejo institucional del club, al punto que el padre de Sebastián Bueno tuvo que llegar a Oruro para sacar a su hijo de los problemas en los que estaba metido.
Los jugadores reclamaron que Silvio Fontana le prometió cierto dinero para garantizar su estadía en Oruro, algo que no se dio y que por el contrario los dejó echados a su suerte.
En la actualidad, nuevamente surge uno de estos nombres, pero en desmedro de San José, cuando en horas precedentes se conoció de una demanda interpuesta por Augusto Seimandi en contra del club de la “V” azul, mismo que ya fue tratado en la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA y que ya tiene una sanción en contra de la entidad “santa”.
Lo más llamativo y triste es que se repite la historia de muchos otros casos, con jugadores como Nahuel Quiroga como el ejemplo más claro, llegan a la entidad “santa” y sin haber jugado ningún compromiso quieren cobrar sumas exorbitantes, algo que fue una de las causales principales para la debacle del crédito orureño.
En esta ocasión Seimandi pretende cobrar la suma de 274 mil dólares americanos por sueldos devengados a causa de un contrato que supuestamente fue firmado por la directiva de Bueno y Fontana, a eso se suma el monto de 125 mil dólares por incumplimiento de contrato además del interés anual del 5 por ciento en cuanto no se haga efectiva la cancelación correspondiente.
Esto representa otro duro golpe para San José ya que la nota de la Cámara de Resolución de Disputas de FIFA señala que mientras no se haga la cancelación efectiva el “santo” no podrá habilitar a nuevos jugadores por tres periodos consecutivos.
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