Sin poder disputar su último partido para despedirse de su fanaticada, con solo un puñado de hinchas que llegaron al complejo “Húngaros del 55” y un acto sencillo y de mucha emoción, así se despidió San José de la División Profesional del fútbol boliviano, con la promesa que esto no es un adiós y solo es un hasta luego, y que el “santo” renacerá como el ave fénix, aunque con otra fisonomía y características.
Luego de conocer las determinaciones de los tribunales de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), todos los planes que se tenían para este último encuentro se echaron por tierra y solo se tuvo un acto sencillo entre jugadores y dirigentes para despedir este ciclo del cuadro orureño en el profesionalismo, aquel que se recuperó el 2002 y que este 2021 se pierde por diferentes errores de orden administrativo.
Los jugadores llegaron al complejo “Húngaros del 55” cerca de las 10:00 horas de este viernes, para recoger sus cosas y ser parte de este momento final del equipo orureño, el sentimiento de nostalgia e impotencia por haber hecho algo más por el club se notaba en todos los actores que estaban en ese recinto, el Tribunal de Honor llegó con algunos refrigerios para cumplir con el acto establecido.
En el interior de los camerinos, los futbolistas se despedían de sus vestidores que los cobijaron a varios de ellos por más de una temporada, en uno de los costados la infaltable imagen de “caimán” Elías Escobar, junto a dos velitas encendidas era un mudo testigo de todo lo que pasaba en el interior.
Ernesto Aranibar brindó las palabras de agradecimiento a los jugadores que más allá de todo se quedaron a defender los colores del club y no huir de la situación como lo hicieron algunos.
Mencionó que no es culpa de ellos la situación que se tiene en el club y que se deben corregir muchas cosas si se quiere sacar a San José del limbo en el que se encuentra actualmente. Agregó que todos están invitados a quedarse en el club la próxima temporada, aunque también brindó los mejores parabienes para aquellos futbolistas que ya tienen su futuro comprometido en otros equipos.
En el tema de las deudas señaló que se tendrá una reunión con los jugadores, ya que de por medio existe un compromiso para honrar dichas deudas y se hará el esfuerzo respectivo para que ello se cumpla.
Algunos de los jugadores estuvieron cabizbajos al momento del acto sabiendo que estuvieron en una gran institución a la cual no se la pudo salvar del destino fatal que le fue marcado a causa de personajes nefastos que en la última década hundieron al elenco orureño.
Que quizá algunos jugadores no dieron lo que podían dar, es cuestionable, pero lo innegable es que aunque a regañadientes estos jóvenes sudaron la camiseta hasta el final y eso es algo digno de aplaudir por todo lo que pasó en San José durante este año y todos los vaivenes que tuvieron que afrontar en ese propósito de seguir jugando en favor del cuadro orureño.
Con una sesión de fotos con la gloriosa “V” azulada culminó el acto sencillo pero emotivo, solitario y en familia como va terminando San José que ahora deberá enfrentar un camino tortuoso, donde las decisiones deberán ser firmes a pesar de las dificultades que se pueda tener de aquí en adelante.
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