El 19 de diciembre del 2018, San José alcanzaba su cuarto título en el profesionalismo en medio de una campaña deportiva impresionante que supo ocultar un manejo institucional deplorable que a la postre se convirtió en el punto de ebullición de una crisis que terminó con la participación del “santo” en la División Profesional y con una incertidumbre sobre su futuro institucional.
La jornada lluviosa que se tuvo en la víspera hizo rememorar ese miércoles 19 de diciembre cuando en horas de la noche, el aficionado se dirigió al estadio “Jesús Bermúdez” de forma masiva sin importar el copioso aguacero que acompañó una de las noches memorables para el cuadro de la “V” azulada, que hoy por hoy es recordada con un sabor agridulce para los fanáticos, ya que el campeonato obtenido fue un velo sobre una dirigencia que mantenía en deuda al club hasta el cuello.
San José llegaba a la conclusión del torneo Clausura 2018 con una de las campañas más impresionantes de los últimos años, echando por tierra varios records y con una camada de jugadores que con más de tres meses de sueldo en mora se trazaron un objetivo, el de salir campeón, a eso se sumó la sapiencia de Eduardo Villegas que revalidó su denominativo de ser el técnico más ganador del fútbol boliviano.
San José llegó al último partido con una ventaja de tres puntos sobre su perseguidor inmediato que era Royal Pari que también cumplió una de sus mejores campañas como uno de los recién ascendidos al profesionalismo, para el “santo” un empate bastaba para quedarse con el título y así fue, Jair Reinoso anotaba el primer gol del match sobre los 36 del primer tiempo, pero el empate se daba a los 55 obra de Jhon Jairo Mosquera, de ahí todo fue cuesta arriba para San José, la expulsión de Mario Ovando, las ocasiones de gol desperdiciadas por el rival en una noche lluviosa donde el pitazo final del árbitro desató la fiesta de los orureños que de diferentes latitudes llegaron a la capital de Pagador, incluso lamentándose horas antes del partido algunos hechos luctuosos por hinchas que perdieron la vida en un accidente de tránsito.
La fiesta fue total, la lluvia no importó y se celebró ruidosamente la cuarta estrella del “santo” como en otrora, con una caravana especial desde la zona Norte hasta la Plaza 10 de Febrero, sin duda una noche inolvidable.
OTRA REALIDAD
Pasaron tres años de ese momento histórico y hoy el panorama es totalmente distinto, solo en la parte deportiva, porque en el tema institucional ya se había sembrado un “cáncer” con las deudas económicas que carcomieron desde adentro al club San José y lo llevaron a la debacle en este 2021, dos realidades extremas, el 2018 se rompían todos los records deportivos con varios partidos sin conocer derrota, la mayor cantidad de anotaciones entre otras cosas, pero hoy se tiene al plantel que por más tiempo no pudo conseguir un triunfo, la valla más goleada de los últimos 30 años.
Fue un buen título para San José en lo deportivo, pero negativo dentro de lo institucional porque para obtener esta estrella la dirigencia de ese entonces encabezada por Wilson Martínez, prácticamente hipotecó e inflacionó al club de tal forma que hoy las deudas son millonarias y sin visos de una solución factible para el cuadro de la “V” que en tres años se fue del cielo al infierno.
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