Mientras el público daba su aprobación por el debut, en la mente de Jesús Careaga recorrían muchos recuerdos, como aquel en la que una vez estuvo sentado en las graderías de Preferencia, junto a su padre Marco Antonio durante un partido de San José. En esa oportunidad escucharon vitorear el apellido de uno de los jugadores y al escuchar esos gritos, le dijo: "Nuestro apellido un día se escuchará así…". Casualmente ese día jugó San José contra Bolívar.
Según las escrituras de la Biblia está establecido que; "El tiempo de Dios es perfecto" y así lo asimiló Jesús Enrique Careaga Guzmán, jugador del Club San José. Sus ojos se abrieron el 20 de mayo de 1997 en Santa Cruz. Fue un accidente el haber nacido en esa ciudad, ya que sus papás son orureños.
En ese entonces, su papá por una cuestión de trabajo que duró algunos meses, se ausentó a la capital cruceña y fue ahí donde nació Jesús. Sin embargo, después de eso, volvería a su terruño, Oruro.
EL ARQUERO
El 2006 observó su primer mundial y quedó fascinado por el fútbol, al menos desde que ya tenía uso de razón. Sin embargo, para inclinarse por un puesto tuvo que pasar algo en su vida y fue ver la actuación del portero alemán Jens Lehmann. Quedó encantado y desde ese momento quiso ser como él.
Sin embargo, antes de llegar hasta donde está hoy en día, aún le faltarían muchos peldaños por escalar. Fue en el 2012 cuando Jesús iba al estadio con su papá para ver un partido de la Liga, coincidentemente San José vs. Bolívar. Antes de ingresar a las graderías se encontró con un amigo que jugaba en el Club Americano en las canchas, aún de tierra del "Jesber".
En el medio tiempo, Jesús salió del estadio para volver a ver a su amigo, pero su interés no era solo para saludarlo, sino también para preguntar cómo él podía jugar en el equipo. Es así que su compañero le presentó al técnico de apellido Galindo, quien le dio la oportunidad de probarse como portero, puesto que buscaba el equipo.
Comenzó a entrenar para participar del onceno en el campeonato de la Asociación de Fútbol Oruro (AFO), fue el inicio de su carrera deportiva.
Posteriormente, pasó al Club Oruro Royal, sus entrenamientos eran más estrictos. Su buen desempeño lo llevó a ser campeón, era una de las tantas metas que se trazó en su vida deportiva. Jugó de titular en la "primera" con apenas 16 años. Luego jugó en el Nacional "B" con Oruro Royal, era el capitán del equipo, tenía 17 años.
El 2013 participó en la Copa Bolivia. Asimismo, fue invitado en primera instancia a la selección Mayor de Bolivia, como premio a su buen desempeño, pero también sería convocado a la selección boliviana categorías Sub-17 y Sub-20.
Jesús salió bachiller del Colegio Simón Bolívar y actualmente estudia la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Técnica de Oruro (UTO).
SAN JOSÉ
Fue en Cochabamba cuando jugaba en Oruro Royal, diciembre de 2014. Tuvo una destacada actuación en el Nacional "B", en la ocasión le tapó incluso un penal a Carmelo Angulo. Luego del partido, el entonces presidente de San José, Freddy Fernández, le llamó para que sea parte de San José con el compromiso de ser el tercer arquero del equipo.
Fue habilitado para jugar en la Liga el 2015, sin embargo, pasarían muchos años para debutar.
"El primer día del entrenamiento, vi a varias figuras del fútbol que yo las veía por la televisión. Lampe se sentó a mi lado, no podía creer porque mi ídolo estaba sentado a mi lado, me saludaban, era como una película", dijo.
Pasaron cuatro años y otro de sus sueños se haría realidad, debutar en el equipo de sus amores, San José y ante un rival siempre difícil, Bolívar.
Jesús se enteró que jugaría un día antes, luego que el técnico Eduardo Villegas le dio a entender esa situación. En ese momento, sintió un escalofrío en el cuerpo y las manos le comenzaron a sudar de nervios. Sin embargo, ya en la noche y al día siguiente recibió el apoyo de sus compañeros de equipo, quienes lo animaron en todo momento. Incluso horas antes, lo bautizaron rapándole el cabello, para darle la bienvenida al fútbol profesional.
Jesús es cristiano desde el 2009, tuvo que requerir la presencia de su hermano, Elvis Choque para escuchar la palabra de Dios y lograr la serenidad que necesitaba para encarar el partido que debía jugar ante Bolívar. Así lo hizo.
Cuando ingresaba por el túnel hacia la cancha, años antes, imaginó que esa situación se daría, ya que cuando jugaba en el campeonato de las reservas, también contra Bolívar, tuvo esa premonición mientras subía al campo de juego. Se cumplió.
"Estaba emocionado, porque la gente gritaba San José, tenía ganas de llorar, pero no lo podía hacer porque iba a salir en la televisión", dijo.
Luego de dar ese paso, Jesús pretende ganarse el puesto y quedarse como titular en el equipo, para ello decidió trabajar duro, con mucha disciplina para ser un gran arquero y como él dijo: "Ser el próximo Jesús Bermúdez", además de regalarle a Oruro alegrías por ser un guardameta de esta región.
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