La poca experiencia de varios de los jugadores de San José, se puso en evidencia en el desarrollo del partido que disputaron ayer ante Always Ready. Si bien en el inicio del cotejo demostraron bastante entrega para suplir las falencias, la experiencia de varios integrantes del rival, empezó a florecer desde el minuto 37.
El partido que corresponde a la segunda fecha del torneo de la División Profesional, se disputó el domingo en el estadio Municipal de El Alto, ante unas 5 mil personas, desde ya no faltaron los hinchas del equipo orureño.
El resultado en contra del “santo” se veía venir, el “millonario” estaba obligado a ganar en casa, además San José es el elenco más corto del torneo, enfrenta este campeonato con lo poco que tiene, los problemas internos comenzaron a cobrarle factura al club orureño y se refleja en el campo de juego, pese al esfuerzo de los futbolistas quienes en algunos casos pagaron caro, por su falta de experiencia.
Un resultado que refleja la diferencia futbolística dentro del campo de juego, antes del inicio del encuentro el local era el candidato para quedarse con los puntos, pues además de los refuerzos con experiencia y de renombre el elenco que juega en El Alto enfrentó partido de preparación fuera del país (Brasil) lo que permitió al entrenador Sebastián Núñez hilvanar fino el once inicial.
La goleada de los “millonarios” comenzó a los 36 minutos mediante Carmelo Algarañaz, quien acompañó en la jugada a Javier Sanguinetti que remató al arco, pero el golero Osvaldo Nova estaba atento, aunque no logra contener la pelota que rebota y es el primero quien estaba atento para rematar directo al arco, el autor del gol estaba atento y en el momento adecuado.
El segundo tanto del partido fue convertido por Marcos Ovejero a los 45 minutos, el jugador se elevó en el área y de cabeza envió la pelota al fondo del arco con facilidad, ante una defensa endeble que pagó caro su distracción.
En el segundo tiempo los “millonarios” convierten otros tres goles, a los 48 minutos Sanguinetti recibió el centro de Rodrigo Ramallo, para el argentino la jugada fue cómoda y decretó el 3 a 0, y ya era una goleada.
La cuarta conquista es marcada a los 50 minutos del encuentro, una vez más aparece Algarañaz para convertir el 4 a 0 con remate bajo, cruzado y con toda la tranquilidad del mundo ante la experiencia de sus compañeros que no dejaron escapar las oportunidades que se les presentó. La lluvia de goles finalizó a los 83 minutos mediante Roberto Hernández, quien corre más de 35 metros y con toda la tranquilidad infla las redes del arco “santo”, era el 5 a 0.
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