Thursday, March 19, 2020

San José a sus 78 años sumido entre la crisis y la división


A pesar de ser el equipo más taquillero de Bolivia, San José tuvo la mala fortuna de tener dirigencias con pésimas gestiones administrativas que dejaron deudas y problemas sin solución, que derivaron ahora en un momento especial y crítico para la institución, de no darse los pasos correctos, todo podría desencadenar en la extinción de una institución que por 78 años ha regalado alegrías y tristezas al aficionado orureño.

El cuadro de la "V" azul atraviesa por un momento muy especial ahora que celebra su aniversario número 78, con una crisis en diferentes ámbitos y sin una solución aparente en el horizonte, lo cual pone en preocupación al aficionado ya que el "crédito orureño" puede hasta perder la categoría si no se cumplen con las medidas adecuadas.

En los últimos 10 años, San José tuvo una buena cantidad de presidentes y dirigentes, malas decisiones y omisión de responsabilidades que derivaron en que ahora la institución tenga una serie de deudas de distinta índole y esté a un paso de la quiebra.

Desde el 2019 todo este panorama se ha multiplicado de forma exponencial al punto de calcularse una deuda que supera los 4 millones de dólares, más de 20 demandas de exjugadores y técnicos, y un plantel que no entrena hace más de tres semanas por falta de solución al tema salarial.

A eso se debe sumar que el club no cuenta con una masa societaria solvente, no más de 130 socios que tienen un aporte ínfimo al club que no cubre ni las más mínimas necesidades para mantener una institución, mismos socios que en los últimos años dieron pasos errados al elegir presidentes que cuando fueron nominados prometieron el "cielo y la tierra", pero que llegado el momento se fueron sin presentar informes ni pagar deudas, sumiendo al club en un panorama cada vez más oscuro.

Un equipo tan reconocido a nivel nacional que tiene sus peleas internas, socios contra hinchas, fanáticos que con el paso de los años le han dado la espalda al club, un claro reflejo de ello, son las magras recaudaciones de los últimos años, donde el promedio no supera ni las seis mil personas por partido, aspecto que en cierta medida también perjudica a la institución ya que las localidades son un ingreso directo para que el club pueda funcionar.

Y qué mencionar de la dirigencia, la actual que según sus asesores está tratando de mantener a flote la institución buscando solucionar todas las demandas que se tienen actualmente, pero que no dan la cara de frente a la población lo cual causa susceptibilidad entre el aficionado ya que no existen respuestas claras sobre el manejo de la institución, desconfianza heredada de las anteriores directivas que trabajaban de una forma similar y que ello derivó en la actual crisis de la institución.

Y como "cereza a la torta", una emergencia nacional médica que restringe diferentes actividades, por ende, un club orureño que no puede celebrar su aniversario como en otras ocasiones, claro reflejo de que en este último tiempo a San José lo abandonó hasta la fortuna.

Lo más rescatable ahora podría centrarse en los jugadores que, a pesar de estar impagos, cumplen su trabajo con seriedad e hidalguía, consiguiendo resultados positivos cuando muchos no tenían esperanza en el San José modelo 2020.

Lo que debemos hacer para sacar adelante al club orureño, es despojarnos de cualquier interés personal y jalar el carro en un solo sentido para salir de este mal momento.



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