La tarde del 4 de agosto del 2020, los orureños recibían un duro golpe, al conocerse el deceso de Elías Escobar, kinesiólogo del club San José y considerado como uno de los íconos del cuadro orureño, por el tiempo que estuvo ligado a esta institución, este será el primer año que el “caimán” no estará presente en el aniversario del club de sus amores, colores que llevó dentro de si hasta el último instante de su vida.
Por más de 30 años el popular “caimán” dijo presente en cada jornada de trabajo dentro del club San José, salvo algunos años que estuvo trabajando en el cuadro de Independiente de Sucre, pero más pudo el cariño al club de sus amores para volver y seguir este idilio que trascendió más allá de la muerte.
Elías Escobar nació en Caracollo el 22 de septiembre de 1959 y desde la década de los 80 estuvo ligado al elenco de San José. En principio como utilero y ayudante, pero con el impulso de técnicos, jugadores y otros amigos, pudo llegar a profesionalizarse como kinesiólogo cumpliendo esa tarea y otras muchas en el plantel orureño.
Vivió de cerca todas las alegrías y tristezas que se generaban en el cuadro “santo”, desde ser parte de los tres títulos ganados en este nuevo siglo (el 95, 2007 y 2018), pero también momentos duros como la crisis económica que actualmente sigue arrastrando la institución.
Siempre fue un defensor de sus compañeros de trabajo ante algunas irregularidades que se daban por parte de las dirigencias de turno, pero también un quijote del equipo de sus amores al punto que en plena cancha reclamaba y vociferaba en contra del árbitro, por algo que pensaba estaba mal cobrado lo cual le costaba la expulsión, aunque esto siempre iba acompañado por una ovación de la hinchada que al grito de “caimán, caimán” reconocían la valentía y el cariño del kinesiólogo.
La pandemia por el Covid-19, llegó a su puerta dejándolo a mal traer por varias semanas acompañado del olvido de los dirigentes, que poco o nada hicieron por ayudarlo, sobre todo en las deudas económicas, sus últimos días fueron un calvario porque no pudieron encontrar oxígeno o una cama disponible para su tratamiento.
La voluntad de algunos orureños posibilitó su ingreso en una clínica privada, donde a pesar de realizarse la transfusión de plasma hiperinmune su cuerpo no resistió y el 4 de agosto dio su último aliento, preguntando como siempre por su San José. La noticia caló hondo en el corazón de todo orureño porque San José perdía a uno de sus iconos más queridos, varios jugadores, exjugadores, técnicos, dirigentes y personas que lo conocieron hicieron llegar su sentido de condolencia por tan irreparable pérdida.
El “caimán” seguirá siendo un activo fijo de la institución “santa”, un amigo entrañable que entre broma y broma dejaba sus penurias de lado y se dedicaba íntegramente al club de sus amores.
Esa pérdida debe llamar a la reflexión a los dirigentes, y propiciar que los trabajadores que ahora están al frente del club reciban las condiciones adecuadas para cumplir su labor, sobretodo en el tema de salarios, actualmente otro de los iconos del plantel orureño es Henry López, con más de 30 años de servicio es uno de los que sigue apostando por la entidad a pesar de estar impago por varios meses algo que debe llamar a la reflexión a los dirigentes y socios.
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