Desde el pasado 2 de febrero que aparecieron en la palestra dirigencial de San José los esposos Patricia Flores y Marcelo Soruco siendo elegidos como dirigentes del cuadro orureño y con la promesa de invertir recursos para solucionar los problemas del equipo orureño. Hasta la fecha no se conoce de resultados óptimos o que se haya subsanado algunos de los múltiples problemas económicos que arrastra el cuadro orureño.
LA ELECCIÓN
El 2 de febrero de este año, la asamblea de socios del club San José determinó el fin de la era de David Rivero y Serapio Humerez al frente de la entidad “santa” y se determinó realizar una elección por la vía de aclamación dando el respaldo a Patricia Flores (presidente) y Marcelo Soruco (vicepresidente) para que encaminen un proceso de solución en el equipo de la “V” azulada, días después la pareja eligió a sus colaboradores en medio de una misa de acción de gracias haciendo prever un trabajo óptimo, algo que al final no aconteció.
Un mes pasó de ese momento que surgió como una esperanza para la hinchada y socios de San José, en procura de encontrar una salida a la crisis del “santo” dejada por anteriores directivas que en más de una década dejaron deudas y sanciones que se fueron acumulando, y que tuvieron su incremento exponencial entre el 2019 y 2020 dejando al club al borde de la quiebra.
EL CONFLICTO
Habrá que ser claros en este tema, Patricia Flores y Marcelo Soruco no pudieron actuar plenamente ya que de por medio en el club existía una pugna dirigencial con David Rivero y Serapio Humerez quienes aducían ser legítimos por haber ganado las elecciones y desconocían las actividades de un Tribunal de Honor que fue elegido por la masa societaria y que tuvo mucho que ver en los acontecimientos posteriores, este conflicto duró hasta el jueves 25 de febrero, tras la renuncia de David Rivero y el acuerdo llegado con Serapio Humerez, los esposos pudieron ser parte de la reunión convocada por la FBF en representación de San José, aunque de forma interina.
RESULTADOS
Transcurrió una semana y algo más desde la oficialización de Flores dentro de la directiva interina, pero los resultados se dejan esperar en un club que lo que menos tiene en la actualidad es tiempo para esperar hechos positivos.
Desde febrero, cuando Flores fue elegida como presidente, la tarea principal era la solución del caso Carlos Saucedo, si bien al inicio hubo un acercamiento esto no llegó a buen puerto y por el contrario el tema se enroscó en una serie de controversias, pues mientras Marcelo Soruco señala que Saucedo no contesta las llamadas, este arguye que la dirigencia “santa” en ningún momento se comunicó con él al margen de algunos mensajes, pero no una propuesta clara de solución a la deuda.
El otro problema que mantiene en vilo a la masa societaria y dirigencia son las demandas ante FIFA que impiden la contratación y habilitación de nuevos jugadores que puedan reforzar la escuadra orureña que actualmente está desmantelada y solo cuenta con un número ínfimo de jugadores que pueden ser parte del campeonato.
La dirigencia señaló que se deben subsanar alrededor de 19 casos ante FIFA para levantar las sanciones y así poder habilitar jugadores, algo que tampoco es del todo cierto ya que si bien existe esa cantidad de demandas, solo algunas ya tienen el rotulo de “ejecutoriado” donde ya se puso la sanción al cuadro de la “V” azul, por lo que se debe priorizar con jugadores que ya tienen la sentencia en mano para lograr levantar la sanción, en los demás casos se debe proyectar un ámbito legal de defensa para evitar que llegue a las sanciones correspondientes.
Hay otros temas que también están en espera de solución y no tienen una respuesta efectiva de la dirigencia, el caso de los auxiliares que ya se acercan a los 16 meses sin conocer haberes desde la gestión pasada, mismos que en dos ocasiones protagonizaron paros en este año, pero la respuesta positiva no llega y para no perjudicar al club siguen trabajando.
A esto se suma la salida del técnico Domingo Sánchez, para muchos uno de los grasos errores de la directiva actual, ya que prácticamente el proceso de entrenamiento de un mes y más se lo echó por la borda y con Thiago Leitao se comienza desde cero ya que es sabido que el técnico no conoce nada de la realidad de San José, sus jugadores y lo que se podría proyectar de cara al campeonato, en resumen, una apuesta riesgosa que ojala no traiga consecuencias negativas a la institución.
A esto se suman las demandas federativas que nuevamente llegaron en masa a la institución, en fin son varios problemas que aquejan a la dirigencia que en más de una ocasión pidió el apoyo de todos los orureños en vez de generar críticas a la gestión de Patricia Flores, pero habrá que ser claros en este tema, tanto Flores como Marcelo Soruco conocían de la realidad de San José y fueron ellos quienes mencionaron que pondrán todos los recursos para subsanar estos problemas económicos que ponen al club orureño al “borde de la cornisa”.
El apoyo de la fanaticada de San José siempre estará presente mientras se hagan las cosas claras y dando a conocer cada paso que se sigue en el plan de salvataje del club
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