Benigno el "Fierito" Gutiérrez un ícono del fútbol boliviano

Quizás olvidado por la prensa nacional, pero muy recordado por sus amigos y, por supuesto, orureños que lo conocieron y vieron jugar. Marcó un hito en el fútbol nacional, paseando su talento a nivel internacional cautivando con su juego a propios y extraños. Se adelantó nacer en el tiempo, caso contrario sus epopeyas hubiesen llegado más allá de lo inimaginable. Estuvo a solo un paso de ser parte de los "Húngaros", pero su destino se vería marcado por su alejamiento del fútbol un año antes.

Con letras de oro se escribe el nombre de Benigno Gutiérrez Salazar, conocido como "el Fierito". Según el relato del periodista Eddy Paravicini Ramos en su libro: "San José: Rescatando la memoria colectiva", nació en la casa No. 54 de la Empresa Bolivian Railways, patio Norte de la estación de ferrocarril. Sus padres fueron don Francisco Gutiérrez y doña Gregoria Salazar, quienes los apoyaron incondicionalmente.

En ese entonces, hablamos del siglo pasado, después de la Guerra del Chaco (1932 - 1935), el "Fierito", como se lo conocía, jugó en el Internacional, aún era un niño adolescente, pero su juego era una maravilla, por ello, no pasó desapercibido ni un instante por los dirigentes que lo ficharon inmediatamente.

Tras invitación de su amigo Orlando Mazuelos, jugó en el Bamin del Banco Minero Oruro, en un partido de exhibición fueron los dirigentes del Oruro Royal Club que lo tomaron en cuenta para su equipo. En una visita a La Paz, el "Fierito" le hizo un gol al mejor arquero de Bolivia, en ese entonces, de apellido Arraya.

Ante ese hecho fue invitado por el The Strongest, donde solo jugó partidos amistosos. Pero luego, se quedaría en La Paz para jugar por el Litoral, luego de hacer su servicio militar en esa ciudad y previo paso por el Oruro Royal. En 1946 formó parte de la Selección Boliviana de Fútbol y jugó en Buenos Aires (Argentina).

Con su equipo, el Litoral, vistió la casaca 10 y siempre se caracterizó por su buen fútbol, con ese elenco viajó a varios países de Sudamérica, como Chile, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador y Uruguay.

Fue en Chile que se consagró como futbolista. La prensa de ese país destacó su forma de juego y habilidad en el manejo del balón. Ecuador también observó su garra, de hecho, en esa ocasión el equipo boliviano ganó ese partido por 3 goles contra 1 a Emelec.

En 1949 asistió con la Selección Boliviana al Sudamericano que se disputó en Brasil, allí Bolivia le ganó en un épico partido a Chile por tres goles contra dos. Sin embargo, y pese a mostrar un buen nivel de juego, la definición no acompañó y Bolivia terminó penúltimo.

A su retorno a Bolivia, el "Fierito" volvió al Oruro Royal para seguir mostrando su destreza de juego, pero no solo eso, sino que también se dedicó a enseñar con mucho cariño su forma de juego a las futuras generaciones. En ese devenir del tiempo es que los dirigentes de San José de Oruro lo toman en cuenta para el equipo que a la postre lograría el campeonato nacional en 1955.

Benigno Gutiérrez se encargó en el equipo de impulsar aquel hecho, sin embargo, a un año de conseguir ese hito para el fútbol orureño, el "Fierito" se retiraría del fútbol para siempre.

A lo largo de su carrera Benigno rozó su talento con otros grandes del fútbol nacional como Víctor Agustín Ugarte, quien también fue un ícono del fútbol nacional y a la postre se convertiría en el campeón sudamericano en 1963.

Sus días de futbolista, el "Fierito" los terminó en San José de Oruro, equipo que le hubiese gustado verlo en el campeonato del 55, sin embargo, él siempre dio todo de sí, desde que comenzó su carrera profesional como futbolista, mostrando siempre su gran talento más allá de nuestras fronteras, ganando muchos elogios no solo personales, sino también para el fútbol nacional.

Finalmente, el "Fierito" se jubiló y se fue a trabajar a la localidad de Capachos, siendo el administrador por varios años.