En horas precedentes el vicepresidente del club San José, Silvio Fontana decidió dar un paso al costado y poner su cargo a disposición, sin haber aportado de manera efectiva a la solución de la crisis en la institución “santa”, en todo el tiempo que estuvo en campaña por llegar a la dirigencia, además de los días que estuvo dentro del cargo respectivo, hizo una serie de promesas que no cumplió, lo cual deja un mal “sabor de boca” a la fanaticada.
- Fontana dentro de su campaña electoral señaló que necesariamente un orureño deberá estar a la cabeza de la presidencia del cuadro orureño, ya que de lo contrario el proyecto no iba, llegado el momento se presentó a Sebastián Bueno (cruceño) bajo el argumento de que los orureños no querían ser parte de la plancha.
- Afirmó que una vez que ingrese al club iba a subsanar los problemas económicos que se tenía con los jugadores y auxiliares, si bien es cierto que envió un apoyo económico a los trabajadores del club, esto no representaba parte del pago de sus adeudos atrasados, hasta la fecha la falta de pago a jugadores y auxiliares no está subsanado.
- El vicepresidente señaló que una vez que sean elegidos, en un máximo de 10 días ya se iban a tener resultados en materia de sponsors de primer nivel, él estaría a cargo de este tema en el ámbito internacional, pero cumplido el plazo señaló que esto iba a tardar por lo menos un semestre por la falta de credibilidad de la institución “santa”.
- En diferentes entrevistas, Fontana anunció que se estaba enviando dinero, en principio al Tribunal de Honor para coadyuvar con los jugadores y auxiliares, y luego cuando ya estaba dentro de la directiva, señaló haber enviado recursos al presidente Sebastián Bueno, y bajo la excusa de tener las cuentas congeladas, dichos recursos no llegaron. El propio presidente Bueno se encargó de aclarar que Fontana no envió ningún monto.
- Fontana señaló que se tenía un monto de inversión inicial que hasta fin de año llegaría al millón de dólares para solucionar los problemas más urgentes del club y que luego se inyectarían alrededor de cuatro millones más en cuotas hasta el final de su gestión, además de la participación del abogado Cesar Vento en los problemas ante FIFA. En relación a ello hasta el momento solo es visible la participación de Sebastián Bueno dentro erogación de gastos en el club, además que el abogado mencionado hasta el momento no tuvo acción en los problemas del club por lo que se tuvo que apelar a Víctor Hugo Pérez, algo que al final resquebrajó las relaciones al interior de la dirigencia y en cierto modo motivaron la salida de Fontana.
A esto se puede sumar la promesa que hizo que hasta el 10 de julio se subsanarían los casos FIFA y posibilitaría la habilitación de jugadores, algo que si bien está pendiente es dudoso que se cumpla debido a que puso a disposición su cargo, además que el club está en lo más hondo de sus crisis. Mucha gente creyó en sus promesas puesto que él mismo dijo que: “mi apellido no se mancha”.
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