Llegando a mediados de julio, los problemas en el cuadro de San José no encuentran punto de solución ya que la división interna sigue patente. Algunos socios e hinchas iniciaron la campaña de captación de socios, la cual es resistida por el Tribunal de Honor que tampoco es reconocida por varios sectores al igual que la actual dirigencia.
La división en el plantel “santo” provocó que no se tenga una cabeza visible ya sea por parte de la dirigencia y también dentro de la directiva de socios, motivo por el cual algunas instituciones van sumando voces en sentido de que unas nuevas elecciones serian el mejor camino para devolverle estabilidad institucional al cuadro orureño, aunque para cumplir este propósito lo que falta es tiempo ya que las deudas económicas asfixian al plantel orureño.
DIRIGENCIA
Si bien está reconocida por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), la actual dirigencia encabezada por Huáscar Antezana se ha ganado muchos detractores porque según ellos el actual titular de la entidad orureña no hizo las inversiones previstas para cumplir con las deudas dejadas por las anteriores dirigencias, además de cumplir con el pago a los jugadores que en los últimos días salieron a los medios de comunicación para hacer sus reclamos.
A eso se suma que en dos ocasiones, las asambleas encaminadas por el Tribunal de Honor desconocieron su gestión arguyendo que no tiene directorio y que ante esta falencia lo mejor es convocar a nuevas elecciones. Similar postura fue propuesta por el Comité Electoral que menciona que al no cumplir con un compromiso notariado las elecciones del pasado 28 de diciembre quedan nulas y que ameritaría encaminarse a un nuevo proceso de elecciones.
Otro de los puntos en contra de Antezana es que toda su plancha que fue elegida en diciembre pasado renunció a su cargo y según estatutos él no puede elegir a nuevos dirigentes sin el consentimiento de la asamblea de socios y además que en estos casos el Tribunal de Honor se hace cargo de la administración del club con el único fin de convocar a elecciones.
En su defensa, el titular del cuadro orureño, Huáscar Antezana, señaló que la inversión se cumple en los procesos judiciales de parte de exjugadores, técnicos y otros acreedores, en el caso de los jugadores se llegaron a acuerdos que se cumplirán en los siguientes días.
En el tema del Comité Electoral, Antezana mencionó que ese aspecto ya fue tocado en una asamblea el mes de febrero cuando él se hizo cargo del club, donde menciona que dicho documento quedó sin efecto y se encaminó un nuevo proceso.
TRIBUNAL DE HONOR
Elegido en marzo de esta gestión, el Tribunal de Honor se aferra a su gestión en torno a lo que dictaminan los estatutos del club, empero también tienen varios detractores ya que la mayoría de sus miembros renunciaron días después de haber sido elegidos, además que se arguye que la asamblea del 8 de marzo no fue legal al ser convocada por un directivo, Carlo Delgado, que días antes ya había presentado su carta de renuncia y que durante la reunión de socios se tuvo la presencia de hinchas lo cual no está dentro de los estatutos del club.
Más allá de ello, las acciones del Tribunal de honor se sintieron con más fuerza en abril de este año instando a la actual dirigencia a renunciar por los motivos ya expuestos.
Uno de los puntos centrales es que a causa de esto existe una división marcada en los socios con un grupo que apoya la gestión de Luis Cossío, David Rivero y Serapio Humerez, en tanto otros socios no los reconocen y piden una nueva elección del Tribunal de Honor con el concurso de toda la masa societaria y no sólo de unos cuantos.
El Tribunal de Honor es una de las entidades centrales para salir de este atolladero de fragmentación ya que según el Comité Electoral, al ser anuladas las elecciones de diciembre pasado, esta instancia de los socios automáticamente debe hacerse cargo de la administración del club con el único fin de convocar a nuevas elecciones según el estatuto. Pero hasta el momento los miembros del Tribunal de Honor no han asumido acciones al respecto, por el contrario, se centraron en otros temas como enviar cartas de aceptación sobre la propuesta de derechos televisivos, rechazar la campaña de captación de socios y otras actividades que no están enmarcadas en sus funciones según lo que dictan los estatutos.
Uno de los aspectos que dejó mucho que desear por parte del Tribunal de Honor fue no haber firmado hasta la fecha el documento de denuncia elaborado por el Colegio de Abogados de Oruro en contra de Wilson Martínez.
HINCHAS
También existen voces contrarias dentro el grupo de hinchas, unos que se mantienen con el apoyo a Huáscar Antezana, otros que respaldan a las acciones del Tribunal de Honor y un tercer grupo que se aboca al pedido de elecciones en la institución “santa”.
En medio de todo este panorama confuso, el lunes se inició una campaña de captación de socios, encaminada por un grupo de socios y la Organización Social de Hinchas de San José. Se pretende conseguir más de mil nuevos socios en una primera instancia. Campaña que se dará de forma conjunta en Oruro, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, actividad que también tiene a quienes apoyan y a quienes están en contra.
¿Y qué pasa con las deudas?
Si bien todos quieren lo mejor para el cuadro orureño, hasta el momento lo que no se soluciona es la crisis económica del cuadro de la “V” azul, tema que en cualquier momento será insostenible generando mayor caos en el plantel orureño y con serio riesgo de incluso afectar la existencia de la institución.
Las intenciones son buenas desde todos los puntos de vista, pero si no se enmarcan en la unidad y en el único propósito de sacar adelante al cuadro orureño despojándose de todo interés personal, cualquier iniciativa que se pretenda cumplir en San José estará destinada al fracaso.