A un año de tocar la gloria

Parece increíble que ya transcurrieron 365 días que San José consiga un nuevo trofeo en su historia y terminando el año como el mejor equipo del 2018, fue precisamente un 19 de diciembre del 2018, cuando el "santo" empataba en casa frente al novel Royal Pari para convertirse en el campeón del fútbol profesional boliviano.

Miércoles 19 de diciembre, desde horas de la tarde, todo el pueblo orureño sólo hablaba de una cosa, San José, y no era para menos pues la campaña que cumplió Eduardo Villegas y sus dirigidos fue prácticamente impecable y sólo le faltaba un valioso detalle, coronarse como campeón del torneo profesional.

La situación no era tan distinta a lo que se vive actualmente, el cuadro orureño tropezó con varios amagos de paro debido a que las deudas con los jugadores estaban latentes, en resumen los futbolistas llegaron al último partido del Clausura con tres meses de estar impagos.

Pero algo que siempre fue el motor del plantel de la "V" azulada hasta ahora es la unidad que existía en cada uno de sus futbolistas, que a pesar de algunas bajas importantes, como la de Rodrigo Ramallo por tema de lesión, no amilanaron al esquema de Eduardo Villegas que supo manejar todas las adversidades y llevar a su plantel por el camino del triunfo.

Esa noche se tuvo un lleno el estadio "Jesús Bermúdez" haciendo añorar la década de los 90 donde para el elenco orureño jugar en un escenario así era toda una costumbre.

El partido comenzó con un trámite vertiginoso, no era para menos el rival de turno, Royal Pari, era la revelación del campeonato, un plantel recién ascendido que también luchaba por el título y necesitaba de un triunfo para alargar la agonía a un partido extra, comandados por un técnico excepcional como Roberto Mosquera, fue un encuentro digno de una final de torneo.

Una incesante lluvia caía en el campo de juego y el público miraba con cierto suspenso las acciones, hasta que se desató la euforia con el tanto de Jair Reinoso sobre el minuto 37.

En el segundo tiempo Jhon Jairo Mosquera anotaba el empate del elenco visitante, en un duelo especial de delanteros colombianos, de ahí en adelante, San José fue una muralla infranqueable con una buena actuación del "piru" Franco, Mario Ovando tuvo que sacrificarse con la doble amarilla para detener la ofensiva del elenco "inmobiliario", en fin un mar de sensaciones que culminaron en un júbilo total cuando el árbitro del encuentro dio el pitazo final.

Una noche especial que volvió a unir a los orureños en un solo sentimiento, San José en lo más alto de la cima con su cuarta corona en su historia.