Hinchas y socios de San José están convencidos que la debacle del cuadro de la “V” azulada tiene más de un responsable, si bien en los últimos cuatro años se desencadenaron los sucesos más negativos para el club con deudas que crecieron exponencialmente, las semillas de la crisis fueron sembradas hace más de 10 años, por lo que se está en procura de reunir la documentación para iniciar procesos a exdirectivas que no dejaron sus cuentas claras.
La estabilidad institucional que llevó a San José a la obtención de un nuevo título en el 2007 de a poco se fue deteriorando al punto de que en el siguiente decenio el cambio constante de presidentes y dirigencias quebraron el manejo administrativo, se dejaron de lado problemas urgentes como el tema impositivo, el caso Maclauren, entre otros aspectos y solo se dedicaron a su gestión administrativa que en la mayoría de los casos dejó en números rojos a la entidad “santa” y sin rendir cuentas de los ingresos que tuvo el club a lo largo de estos años.
Si bien a partir del 2018 las deudas crecieron exponencialmente y marcaron el momento más crítico del cuadro de la “V” azulada y por ende su caída de la División Profesional, con una dirigencia de Wilson Martínez que hipotecó al club para la obtención de la cuarta estrella y posteriormente ocho cambios dirigenciales en menos de cuatro años fueron los condimentos para que el “santo” llegue a un punto crítico del cual no puede levantarse.
Pero esta historia tiene dos partes, una primera donde se fueron gestando quizá las deudas más fuertes del club que en su momento eran llevaderas y de fácil solución, pero debido a la ligereza con la que se manejó el club, los presidentes de turno desde la época del 2010 al 2018 propiciaron el camino para la debacle de San José.
Uno de los ejemplos claros es que el actual Tribunal de Honor evidenció que dentro de los tributos al Municipio de Oruro por el complejo “Húngaros del 55” se tienen deudas pendientes desde hace varios años.
Florencio España trató de sentar las bases para dar solución a temas puntuales como Impuestos y el tema de Maclauren, pero las dirigencias posteriores no siguieron ese camino trazado, otro punto a favor de España es que fue el único dirigente que dejó en superávit al club y con la compra de un bien inmueble en favor de la entidad.
Luego vino Walter Mamani donde los problemas se agudizaron en la entidad orureña, no se hizo seguimiento a los temas pendientes y por el contrario se tuvo una administración que dejó al club con un déficit notable, lo irrisorio es que en la actualidad Mamani demandó al club por más de medio millón de dólares por una supuesta inversión de recursos que fueron administrados de mala manera por su persona.
La era de Freddy Fernández es para muchos el momento que más recursos ingresó en el club en la década pasada, constantes participaciones internacionales, recaudaciones amplias en partidos jugados en el ámbito nacional e internacional, además de ingresos por temas de televisación, publicidad entre otros.
Fernández no dejó informes económicos y al igual que su antecesor prefirió dejar de lado deudas pendientes que iban creciendo como una bola de nieve al rodar hacia una pendiente.
Tras la salida de Fernández la crisis institucional se apoderó de San José con dirigencias que no duraban más de un año, algo similar a lo que ocurrió en este 2021. Presidentes como Arturo Murillo, Wilfredo Ortuño, Iván Ramos, Edwin Zeballos, dejaron al club con más problemas que soluciones y una deuda económica institucional grande que los dirigentes trataban de opacar solo dando cifras de sus gestiones y sin brindar informes económicos. En este periodo se llegó a perder la sede de la calle Washington, uno de los pocos bienes patrimoniales del club.
Desde fuentes allegadas al club orureño se asegura que para el próximo mes se comenzará con una serie de demandas legales contra de exdirigentes que le hicieron daño al club y en procura de recuperar recursos que posiblemente hayan sido enajenados del erario de la “V” azulada, algo que debió hacerse en su momento por los socios de turno pero que también se fue dejando pasar.