• Por: Dehymar Antezana - Periodista LA PATRIA
La vida está diseñada para cada persona en función al destino que se plantea. La historia de uno de los íconos de San José de Oruro, apunta a ese camino, ya que desde muy pequeño parecía que su futuro iba estar establecido en el arte, debido a que de niño le gustaba tocar guitarra, cantar, pero con el paso de los años y más por impulso de su papá, su carrera apun-taría al fútbol.
Él es Arnaldo "chini" Mansilla Coronel, vio la luz el 23 de agosto de 1960 en Santiago del Estero (Argentina).
"El que me impulsó a jugar el fútbol, fue mi papá Alfonso Mansilla. Empecé a los 12 años y él me preparaba como si fuera todo un profesional, me metía al gimnasio y me hacía hacer mil cosas. Ahora me doy cuenta que él quizás en aquel momento era un futbolista frustrado y que veía en mí, que haga lo que él no pudo conseguir, por eso era tanta la insistencia. Es más, en esos tiempos no me gustaba demasiado el fútbol", señaló.
FÚTBOL
Arnaldo en ese tiempo estaba más vinculado al arte, al colegio, pero el fútbol no era su pri-mera opción, siempre lo tomaba como una diversión. Sin embargo, la preparación que tuvo durante dos años intensos, le permitió llegar a su primer club, Unión Santiago, apenas tenía 14 años y debutó en un campeonato de Primera División.
"El debut fue anecdótico, fue convocado al primer plantel y a partir de las 20:00 horas voy a querer entrar por donde ingresaban los jugadores, pero el portero me dijo que los chicos de inferiores entraban por otro lado. Tuvo que venir un dirigente para permitir mi ingreso al ca-merino", recordó.
El mismo año, el "chini" partió a Córdova donde se enroló en las divisiones inferiores del Club Talleres de Córdova. Ahí empezó a andar en una carrera profesional hasta los 20 años en la Argentina. En ese tiempo gozó de una beca.
BOLIVIA
Un año después llegó a Bolivia para jugar en el Club Municipal en 1982. En el 84 pasó a filas de The Strongest y luego 1 de Mayo de Potosí.
El "chini" llegó a Bolivia a invitación de un amigo, Walter Gallo que jugaba en Municipal, su papá era Luis Gregorio Gallo, un ícono de Bolívar. Necesitaban un centro delantero y habló con Jorge Asturizaga, quien era el secretario del alcalde, ya que en aquel tiempo Municipal pertenecía a la Alcaldía.
Llegó el 2 de abril a La Paz, fecha en que se inició la Guerra de las Malvinas en la Argentina. Esa fecha también es muy significativo para el "chini" porque es el día que nació su hija, hace 20 años.
"Me acoplé a Bolivia y en aquellos tiempos no se hablaba de la altura, que en La Paz te ibas a morir, creo que corría más en Bolivia que en la Argentina. Vine con una buena preparación con ritmo de competencia. Llegué un sábado y miércoles debuté contra Aurora de Cocha-bamba en Tembladerani", manifestó.
En 1985 volvió a la Argentina para jugar a Estudiantes de Río Cuarto, el 86 retornó a Bolivia con el objetivo de integrar Chaco Petrolero.
SAN JOSÉ
El mismo año, Arnaldo pasó a filas de San José de Oruro, lo trajo Benjamín Robles (+). En ese entonces estaba de presidente Mario Murillo (+).
"Cuando llegué jugaba Sevilla al arco, Carlos, Freddy, Roberto Cossío, Octavio Ramos un chico orureño, también orureño Jaime Toconas, Libio Krellac, Chino Daza, Silvio Areco un chico de Yacuiba, Arturo Quina, Armando Camacho, Mario Saavedra un cochabambino", recordó.
Del 86 al 89 San José jugó el descenso indirecto y lo hacían con el campeón del torneo local. En el 89 jugaron contra Frontanilla, que era como la "B" de San José, integrada por los exjuga-dores del "santo" y obviamente querían ganar. Ahí apareció en escena Nelson Arévalo.
Jorge Romano era presidente de San José, lo presentó y nos dijo que él era la solución a nuestros problemas. Nos dijo que se haría cargo del equipo, pero nos pidió que salvemos la categoría.
"Trajo un maletín lleno de plata y dijo: Esto es para ustedes si ganan. El primer partido empa-tamos 2 a 2. El domingo volvimos a jugar y les ganamos 3 a 1. Ese bulto de plata nos alcanzó a 3.000 bolivianos para cada uno. En ese momento era una fortuna, pero nunca hicimos huel-ga", contó.
Arnaldo pasó con San José los mejores años de su vida y como dice: "Está grabado con letras de oro". Uno de esos momentos históricos fue cuando clasificaron por primera vez a la Copa Libertadores, luego de ganar a Oriente Petrolero en Cochabamba.
"Nunca antes vi tanta gente apoyando a San José, en esa época se construía la pista atlética y había gente en los alrededores. Yo digo que Oriente llevó a mil personas, después era todo Oruro. En el Prado y lugares aledaños al estadio era todo Oruro, se quedó gente afuera. Fue-ron en flotas, volquetas, camiones, trenes. El regreso ni hablar", afirmó.
Añadió que la hinchada de San José de antes era incomparable, no como la de hoy, debido a un tema sociocultural, la migración del orureño neto que hoy no vive en Oruro.
"El orureño que está afuera tiene un sentimiento más profundo en relación al equipo. El hin-cha de ahora no sabe quiénes son sus íconos, yo digo sus próceres de esa rica historia de la V azulada", resaltó.
Para el "chini" San José es una parte importante de su vida y como lo afirma: "Fue lo máximo para mí. Me costó irme de San José, me costó decir basta. Era un superhéroe. Yo tengo una V azulada aquí en el pecho y sabemos también en algún momento que incursionamos en el tema técnico, nos tocará dirigir".
Arnaldo está muy identificado con San José, el equipo de sus amores y a medida que iba mencionando cada recuerdo, la emoción se cristalizaba a través de los espejos de su alma, fluyendo caídas de agua como si fuese un manantial.
TÉCNICO
El futuro del "chini" Mansilla está en la dirección técnica, de hecho, en los momentos malos de San José se encargó del equipo, con buenos resultados. Estudió para DT en Rosario Argen-tina en la escuela "Renato Sesarini". Fue ayudante de campo de varios equipos bolivianos y aún mantiene la esperanza de llegar a dirigir al equipo que ama con toda su alma, vida y cora-zón, San José.
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