Con una demora de una hora, 20 minutos, el partido entre Municipal Vinto y San José se inició la tarde del sábado en Villa Tunari hasta donde llegaron los conflictos entre la dirigencia presidida por Huáscar Antezana y el Gobernador del Departamento de Oruro, Edson Oczachoque.
El club “santo” estuvo a punto de despedirse del profesionalismo por la pulseada entre el Gobernador y Antezana, cuyo disgusto es por el uso del estadio Jesús Bermúdez, un problema que parecía resuelto, pero continúa incrementando la crisis institucional del club.
Una delegación de jugadores Sub-15 llegó a Villa Tunari, encabezada por Arnaldo Mancilla como director técnico, enviado por Antezana. El primer problema ocurrió en la tranca de Capachos, donde el bus fue retenido la noche del viernes, porque no se contaba con la autorización de los padres de familia para la salida de los adolescentes.
Pese a esto, aclarando el panorama, la delegación siguió el viaje. Antezana responsabilizó de este incidente a Oczachoque y en una carta, dirigida al presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, acusó a la autoridad de robo de los carnets de actuación de los Sub-15.
El plantel profesional también salió de Oruro el viernes por la noche, llegando a Villa Tunari en compañía de Waldo Quinteros, director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) y con José
Ferrufino como entrenador.
El elenco profesional se presentó al estadio Bicentenario, pero la documentación para el registro en la mesa de control fue retenida por Antezana y su asesor jurídico, Víctor Hugo Pérez. De acuerdo a los testigos, se llevaron los papeles en un bus.
Este escenario generó una demora en el inicio del cotejo, aumentando la incertidumbre, porque el delegado del partido, Enrique Conde no daba la autorización a la terna arbitral para que ingrese al campo, mientras la dirigencia de Municipal Vinto exigía jugar en la jornada.
Una hora después, reapareció Pérez con Antezana con la documentación de los profesionales. En este tiempo, el presidente “santo”, reconocido por la FBF, conversó con Oczachoque y acordaron reunirse el lunes para cerrar un acuerdo por el uso del estadio orureño.
“Lamentamos el manejo político que quiere generar un caos. No existen dos equipos, sólo personas que quieren interferir y perjudicar”, declaró Antezana, quien reconoció que tenía los carnets bajo su custodia.
Los futbolistas de la “V” azulada recibieron con desagrado la presencia de Pérez en el terreno, desde las graderías los hinchas insultaron al abogado y éste les respondió con un gesto obsceno. En la banca de alternos quedó Mancilla como entrenador sin dar instrucciones, porque los jugadores se comunicaban con Ferrufino.
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