Los jugadores están a la espera que la dirigencia les convoque para analizar este tema
Entre la incertidumbre, quejas y actividades ajenas al fútbol, así se encuentran los jugadores del plantel de San José que hasta el momento no se reunieron con la dirigencia para analizar el tema de los adeudos salariales, tanto los de la pasada gestión que en algunos casos llega más allá de los cuatro meses, como los pagos que se deben efectuar de esta temporada.
Día que pasa son más los jugadores del primer plantel “santo” que relatan a medios locales y nacionales sobre las penurias que pasan por la actual coyuntura de la pandemia y la crisis institucional del club orureño lo cual les deja sin contar con los pagos correspondientes y sin efectuar el trabajo para el cual se profesionalizaron y en algunos casos teniendo que realizar actividades extras para obtener algunos recursos.
La división interna y los múltiples problemas del cuadro de la “V” azul, ha provocado que quienes paguen los “platos rotos” sean los jugadores y el personal de apoyo de la institución orureña que mantienen diferentes deudas de parte de la dirigencia por el tema de salarios.
A las quejas de Luis Torrico, Jorge Toco y Kevin Ceceri, ahora se suma César Augusto Mena, el colombiano relató a medios nacionales que su situación es crítica ya que en sumatoria la deuda con el club está llegando a los 10 meses y hasta la fecha la dirigencia no se contactó con él.
La página de Facebook Nación Deportiva dio a conocer que el futbolista tiene que vender arroz con leche y otros postres para sobrevivir y que hasta el momento la dirigencia no hace nada para dar una solución a este tema y por ello preocupa el futuro del club.
En anteriores declaraciones, el futbolista relató que tiene deudas con el club desde el 2019 y que la dirigencia de ese entonces no solucionó su problema, ahora el presidente Huáscar Antezana está siguiendo el mismo camino ya que se tienen deudas de febrero, mayo, junio y próximamente julio. Solo se pudo cancelar los meses de marzo y abril en porcentajes de 50 y 25% tal como se estableció a nivel de los clubes de la División Profesional.
Otro de los futbolistas, Marcelo Gomes, comentó días atrás, que la última vez que se contactaron con Huáscar Antezana fue cuando el titular del club realizó el traslado del plasma hiperinmune para la recuperación del utilero Henry López, pero en esa ocasión no se quedó en nada concreto.
“Es muy triste ver que los compañeros estén peregrinando donde puedan debido a las necesidades que tienen en casa. Y peor aún con esta enfermedad en su mayor riesgo”, señaló el mediocampista que se encuentra junto a su familia en la ciudad de Sucre.
La dirigencia mencionó en su momento que se convocaría a los jugadores para entablar negociaciones con referencia a los salarios de los meses de mayo y junio, esto porque hasta la fecha no se reanuda el fútbol en el país y los ingresos del club durante la pandemia fueron nulos.
También se indicó que en estos días se iba a subsanar la deuda del mes de febrero, pero hasta el momento no se tiene noticias positivas para los jugadores.
Del mismo modo otro de los sectores afectados es el cuerpo de auxiliares, que al igual que algunos futbolistas, tienen adeudos que datan desde mediados de 2019 y el momento por el que pasan es bastante crítico. Aguardan que la dirigencia pueda de una vez por todas subsanar estos problemas.
DEUDAS DESDE EL 2019
Según los datos que se manejan, 11 futbolistas que fueron parte de la temporada 2019 tienen adeudos que en algunos casos sobrepasan los cuatro meses, dichos adeudos no fueron subsanados por la actual dirigencia que arguye que no existen informes sobre el manejo económico cumplido en el último trimestre de la pasada temporada lo cual dificulta saber en realidad cuanto se le debe a cada jugador o personal de apoyo.
La otra dificultad por la que pasan los futbolistas y auxiliares, son las deudas pendientes de este 2020, las deudas son de los meses de febrero, mayo y junio, aunque algunos futbolistas reclaman porcentajes del mes de enero, donde solo se pagó por las labores de 15 días.
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