Friday, July 31, 2020

No hay solución a los problemas de los jugadores

Lastimosamente los jugadores del plantel de San José están abandonados a su suerte y sin una solución a sus problemas económicos lo cual se traduce en las diferentes quejas que a diario se van dando a conocer sobre su situación actual, ahora fue el turno de Roberto Rivas quien manifestó que toda su familia esta con síntomas de resfríos y no cuenta con recursos para efectuarse una prueba para saber si contrajo Covid-19.

El primer plantel del cuadro orureño se siente abandonado por la dirigencia ya que hasta el momento no se les convoca para subsanar el tema salarial, los jugadores están preocupados porque en el caso de quienes están desde la temporada pasada, con septiembre próximo se llegará a un año de irregularidades y falta de pagos, ya que solo se canceló montos porcentuales de sus sueldos.

Algunos jugadores viven momentos complicados como es el caso de Roberto Rivas, de quien se mencionó días atrás que su madre se encontraba con sospechas de haber contraído el coronavirus, ahora el golero del plantel salió a los medios para indicar que le faltan recursos para que él se pueda hacer la prueba correspondiente.

“En mi familia hemos caído resfriados y la verdad no sabemos si ha sido el virus que nos ha dado porque no podemos hacernos los exámenes del PCR porque nos cuesta casi mil bolivianos, entonces yo la verdad no tengo para hacerme la prueba, de todos modos, estamos cuidándonos, estamos aislados, no la estamos pasando muy bien acá en casa y seguramente igual mis compañeros”, manifestó.

Rivas indicó que al igual que alguno de sus compañeros está tocando fondo en cuanto respecta al tema económico por lo que sus compañeros le brindaron apoyo para comprar algunos artículos de primera necesidad. Mencionó que hasta el momento los dirigentes no se contactaron con nadie del plantel, y eso es algo que preocupa ya que los meses se van sumando y no existe solución a la deuda salarial.

Algo similar señaló Freddy Abastoflor desde la ciudad de La Paz, el jugador dijo que está apelando a sus ahorros para subsistir en este tiempo complicado y que si el panorama no cambia tendrá que dedicarse a otras labores para subsistir y lamentó que los dirigentes no den soluciones claras a esta situación.

El delantero del elenco de la “V” azul, Rodrigo Ramallo, aseveró que con el mes de septiembre se cumplirá un año que la dirigencia mantenga deudas con los jugadores, solo se recibió porcentajes de salario, en este caso de enero, marzo y abril, algo por demás preocupante ya que el equipo no tiene
ingresos ni ahorros a causa de esta situación.

Manifestó que hasta el momento la dirigencia no dio señales de buscar una solución y se espera que todo este mal momento que pasa la institución se supere pronto ya que son los futbolistas y el personal de apoyo los que están siendo más afectados con esta situación.

Hasta el momento los jugadores que se quedaron de la pasada temporada no recibieron un sueldo completo desde finales de la gestión pasada, y solo gracias a los aportes y recaudaciones se pudo pagar dos meses de salario adeudado que cubrió las planillas de julio y agosto, desde ese entonces solo recibieron montos porcentuales al igual que quienes fueron contratados este año, algo que en sumatoria no llega al salario de un mes.

ENTRE ELECCIONES Y OTRAS OPCIONES


A lo largo de estas semanas diferentes sectores dieron varias posturas para sacar al cuadro “santo” de la crisis por la que atraviesa, pero casi ninguna de ellas da una solución inmediata al tema de la crisis económica que va asfixiando al club.

Algunos señalan que las elecciones son el mejor camino, otros apuestan por la continuidad de la actual dirigencia y el proceso de gerenciamiento, los demás esperan que con el nombramiento de declaratoria de Patrimonio al club San José se encuentren visos de solución.

Ninguna de estas opciones puede encaminarse de una manera seria y responsable ya que el tema de la división en el cuadro “santo” ha profundizado los problemas y cada bando jala para su lado sin entrar en un consenso de conjunto por el bien del crédito orureño.

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