Este compromiso era más que importante para los dos equipos, cada uno está en la carrera de un objetivo, por lo que exponen lo mejor de su estantería, aunque con algunas bajas como producto de sanciones y lesiones, algo que no dejó de inquietar a los técnicos de ambos elencos (Fabio Espada y Miguel Ponce, de manera respectiva).
Con estos antecedentes el elenco lila estaba obligado a sumar o sumar, además el cambio de técnico y debut en condición de local le dio el resultado que esperaba la fiel hinchada que no se cansa de dar todo su respaldo al elenco que "por fin" dejó la cola del torneo y que ahora quiere más, para también alejarse de la zona roja del descenso en el que por el momento está comprometido, no menos cierto es que en la suma de los dos torneos saldrá el próximo equipo que perderá la categoría.
Los "santos" dieron susto en el minuto 22 mediante el incansable Didí Torrico, quien, tras un centro perfecto de Javier Sanguinetti de tiro de esquina, el primero logró enviar la pelota al fondo de las redes, las lilas quedaron paralizados, no esperaban esa conquista que dejó caer la capa del plantel potosino, pero los jugadores supieron manejar los espacios y lograr su cometido.
El equipo potosino tardó unos minutos para recuperarse, los jugadores también sabían que la dirigencia está perdiendo la paciencia, al interior del club ya se habla de revisar los contratos para el siguiente torneo, por lo que el grupo de jugadores decidió colocarse el equipo al hombro y a generar espacios para el gol, por lo que aprovecharon cada error del rival.
Cuando se jugaba el minuto 32, el elenco de Real Potosí triplica esfuerzos y se va con todo al arco del rival y es cuando Beymar García convierte un golazo, la genialidad del jugador permitió que el estadio potosino estalle de algarabía, pues el autor de la conquista toma la pelota observa el arco y colgó al golero Carlos Lampe, el tanto es celebrado como si se tratase del campeonato.
Esa conquista devolvió la confianza a los jugadores del elenco local, cada uno se puso la mochila al hombro y se dedicaron a complicarle la vida al "santo", es a los 43 minutos cuando Gustavo Pinedo llenó los ojos de los dueños de casa con otra conquista para ver una y otra vez, pues la pelota llegó a los pies del jugador este sobre la marcha remató con fuerza al ángulo superior del arco del crédito orureño para cantar el 2 a 1 que al final sería el definitivo.
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