Al hablar del "gigante del barrio Norte", alguien que no conoce la jerga futbolera se podría imaginar en una persona muy bien dotada, contextura robusta y estatura por encima de los dos metros. Sin embargo, aquel apelativo recibe el principal escenario deportivo de la ciudad de Oruro, como es el mítico "Jesús Bermúdez", nombre que no solo hace referencia al primer arquero de la Selección Boliviana, sino al estadio situado en la zona Norte de la Capital del Folklore de Bolivia.
Hablar de este escenario deportivo conlleva muchos sentimientos encontrados, alegrías, emociones, fiesta, triunfos, el grito de un ensordecedor gol, incluso el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, mostró sus galas por muchos años, durante las demostraciones del Sábado de Tentación, hoy extinta.
Y finalmente, tristezas no solo por las derrotas, incluso por la muerte de un hincha de San José, el joven Kevin quien tuvo esa nefasta partida, luego de recibir un proyectil de una barra brasileña, durante un partido de Copa Libertadores.
Conocer de la historia de este escenario debe llenarnos de orgullo, porque fueron los mismos orureños que le dedicaron horas y horas, días y días, meses y meses en su construcción, ahora este campo deportivo prácticamente está quedando en el centro de la ciudad, debido al crecimiento de la Alta Tierra de los Urus.
CONSTRUCCIÓN
De acuerdo al registro que se tiene en el libro "Génesis del deporte boliviano 1896" del periodista Eddy Paravicini Ramos, se establece que el año de inicio de la obra fue en 1948. Como decíamos líneas arriba, fueron los propios orureños quienes se dedicaron a darle vida y forma a este estadio.
Se utilizó una diversidad de mano de obra, como la de los internos del penal de San Pedro, por ejemplo, quienes colocaron los cimientos del "gigante del barrio Norte", pero no solo ellos colocaron su granito de arena, sino también lo hicieron los conscriptos del Regimiento Camacho y gente contratada por las empresas mineras que en ese entonces dominaban con su economía a la región.
Se cuenta que ese lugar antes de ser un estadio, era un campo de golf del Club Deportivo "Golf San Pedro".
Siempre en el registro del libro de Paravicini, los trabajadores de Ingenio Machacamarca, Bolivian Railways y otros de la ciudad también colaboraron en la construcción.
En principio se pensó en un escenario deportivo para 15 mil espectadores cómodamente sentados en las tribunas de Preferencia y de General. En ese entonces, se creía que era suficiente para llenar las expectativas de los aficionados al fútbol orureño.
Para las autoridades de esa época era muy complicado pensar en un campo deportivo de esas características, pero más primó el impulso que le dieron los propios orureños, empezando de los dirigentes y cabezas, principalmente de la Empresa Minera San José y de la Asociación de Fútbol Oruro (AFO), quienes determinaron habilitar la cancha, antes que se termine su construcción, el propósito era muy evidente, recaudar fondos para terminar con la parte de cemento.
A ese propósito se unió don Marcelino Mendieta, quien en ese entonces fundía como secretario ejecutivo de la Federación de Chóferes "San Cristóbal". Hizo traer grandes camiones desde Eucaliptus y en los denominados "chaucheritos" que no eran más que los colectivos o vehículos de servicio público de la época, transportaron tierra contaminada con copajira.
Todas las ideas y el apoyo de los orureños era muy importante. Asimismo, el lugar destinado a la pista atlética, se habilitó para realizar una serie de espectáculos, sumándose a la lista de actividades para recaudar fondos. También sirvió como pistas de carrera para las competencias de los pequeños Volkswagen, que eran conducidas por las estrellas del automovilismo boliviano.
Otro de los grandes espectáculos que se organizó fue que en el centro de la cancha de fútbol se organizó un partido en un escenario de basquetbol, donde mostraron sus habilidades los famosos Globe Troters de Estados Unidos que se enfrentaron a los gigantes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Fue escenario para grandes artistas, uno de ellos, para la presentación del Miguel Aceves Mejía, quien desde México encantó con su música a los orureños. Dicho show casi termina en tragedia por la avalancha humana.
BAUTIZO
El estadio monumental fue bautizado en honor al primer arquero de la Selección Boliviana, el orureño "Jesús Bermúdez Torrez", quien logró jugar en varios equipos como el Oruro Royal Club y no así en San José, ya que se retiró de los campos deportivos, cuando nacía el crédito orureño.
Después del inicio de la década del 90, cuando San José clasificó a la Copa Libertadores de América por primera vez, las exigencias de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) eran grandes, ya que el escenario deportivo debía tener iluminación artificial.
Ahí aparece en escena don Mario Mercado Vaca Guzmán, quien era presidente del Club Bolívar de La Paz, además de ser un accionista de la Empresa Minera Inti Raymi, contribuyó económicamente para que las torres en las cuatro esquinas del escenario deportivo sean instaladas con un sistema de iluminación. Es a partir de 1992 donde se jugaron los primeros partidos nocturnos, con San José como protagonista en la Copa Libertadores.
Ya en este siglo, se construyó la pista de tartán, dándole mayor categoría al escenario deportivo de la ciudad de Oruro. Hablar del estadio "Jesús Bermúdez" no solo es hablar de sus características estructurales que en la actualidad alberga aproximadamente a 35 mil espectadores, sino también de mucha historia, cuyo rol protagónico fue del orureño.