Todavía perdura en la mente de los fanáticos orureños la imagen de Mena la noche del martes, hincado y con la cabeza contra el piso después de anotar su segundo autogol, algo inusual en ese torneo internacional.
"¡Increíble! ¡Mena es el primer jugador en la Libertadores en hacer dos goles en contra!", aseguró en su Twitter la Conmebol cuando sucedió anoche en este partido del grupo D.
"Tuve una mala noche, es lo único que puedo decir", señaló Mena en una entrevista con Efe para explicar, desde su perspectiva, cómo se produjeron las dos desafortunadas jugadas en un juego que consideró era como "una final" para el San José de Oruro.
"La gente acá en Oruro me está queriendo matar, pero bueno. Me toca poner el pecho a todo lo que venga y hay que seguir", sostuvo el defensa de 31 años que estuvo en filas del Godoy Cruz y el Estudiantes de La Plata argentinos, además del Cúcuta y Huila de su país, antes de llegar a Bolivia.
Ante Liga de Quito, el San José se jugaba una de sus últimas posibilidades de clasificación en el grupo liderado por el Flamengo brasileño con seis puntos y que también integra el Peñarol uruguayo.
Mena explicó que el primer autogol, tras un centro al área en el minuto 40, se produjo luego de que uno de sus compañeros logra rozar el balón, que iba "hacia afuera" pero que chocó en él para tomar un recorrido inevitable hacia propia puerta.
También recordó que en la segunda jugada el balón "pica", por lo que consideró oportuno hacer un pase al portero Carlos Lampe, pero que no se percató que el golero estaba cerca de él admitiendo que en eso, para mala fortuna, cometió un "error".
El defensa expresó que después del segundo autogol todo fue "más difícil", ya que la poca gente que asistió al estadio "Jesús Bermúdez" de Oruro comenzó a silbarlo cada vez que tocaba el balón.
Sus compañeros intentaban animarlo y "quería contribuir con un gol" para compensar.
Al final del partido Mena fue uno de los elegidos para someterse al control antidopaje y no pudo reencontrarse de nuevo con sus compañeros en vestuarios, mencionó.
Horas después algunos de sus compañeros de equipo le escribieron para darle ánimos, un gesto similar que tuvieron futbolistas de otros equipos que lo conocen y sus familiares.
"No he matado a nadie, no he robado a nadie, esto es fútbol. Desafortunadamente tuve esa mala noche que a uno le puede pasar", recalcó el jugador.
Pese a contribuir involuntariamente a que su equipo no ganara, Mena siente que no hizo un mal partido del todo y que es la "primera vez" que hizo autogoles en su carrera.
"No porque haya hecho autogol voy a rendirme o voy a dejar de jugar, o voy a dejar de ser el mismo de antes", dijo con firmeza, pero al mismo tiempo golpeado porque fue determinante en el resultado que pudo ser distinto y dar mayores posibilidades de clasificación al actual campeón de Bolivia.
Mena, pese a este golpe profesional, afirmó que se considera un "buen jugador" y que así está reflejado en su recorrido como profesional, ya que de no ser así estaría en Colombia "sentado en una silla".
El colombiano espera rehacerse y más adelante "tener la revancha" que deje atrás esta desgracia futbolística de haber anotado dos autogoles en un partido.
"Esto me tiene que dar más fuerza para seguir adelante", sentenció.
El San José jugará el fin de semana ante el Bolívar en La Paz, uno de los candidatos para ser campeón del torneo boliviano, y luego deberá pensar en conseguir una hazaña en la competición internacional ante el poderoso Flamengo brasileño en Río de Janeiro.
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