El club San José atraviesa por una de sus crisis más profundas de los últimos años, aspecto que va dejando una mala imagen institucional que se ve reflejada en los muchos reclamos que existe por parte de los futbolistas que fueron parte del equipo en la gestión pasada y aquellos que decidieron apostar por el club y quedarse este año, además de quienes llegaron esperando una oportunidad para brillar y se quedaron con un panorama muy distinto.
En las últimas horas se conoció la compleja situación en la que está el jugador francés Julien Benhaim, quien llegó de la tercera división del fútbol de ese país motivado por su interés de jugar en el ámbito sudamericano, lastimosamente desde su llegada al cuadro orureño, todos sus momentos han sido sinsabores ya que no pudo debutar en Copa Libertadores por errores dirigenciales, y ahora tampoco podrá actuar en el torneo local ya que no pudo ser habilitado, para colmo de males no se le canceló salario alguno ya que el tema de su contrato tiene algunas observaciones por parte de la actual dirigencia que menciona que el futbolista llegó con un contrato firmado por el exgerenciador del club José María Cuellar.
Toda esta situación derivó en que el futbolista se encuentre actualmente en La Paz sin recursos necesarios para su subsistencia y atrapado por la cuarentena que rige por el tema del Covid-19, situación que ha sido reflejada no sólo por medios del ámbito nacional, sino que incluso medios franceses se enteraron de la situación de su compatriota y los entrevistaron para conocer su cruda realidad.
Como este tipo de hechos, hay otras declaraciones como las del técnico Omar Asad que hacen ver a nivel internacional que el club orureño es una institución no fiable porque sus dirigentes y empresarios que traen a estos jugadores y futbolistas no cumplen con los compromisos asumidos.
San José ya fue noticia internacional cuando en la gestión pasada los jugadores y cuerpo técnico se hicieron cargo del club y tuvieron que hacer una serie de campañas para sacar a la institución a flote, algo que pocas veces se vio en el ámbito futbolístico y que por ello atrajo la atención de medios internacionales, ahora el panorama es similar pero con un tinte más negativo ya que historias de técnicos que tuvieron que hacer malabares para subsistir porque la dirigencia no les canceló lo acordado, o jugadores como Benhaim que pasan momentos dolosos, ponen al cuadro "santo" en el ojo de la tormenta y un desprestigio que a futuro traerá sus consecuencias porque muchos tendrán el concepto de que en el club orureño no se manejan las cosas de forma adecuada y no querrán venir por el miedo a sufrir todos estos aspectos.
Así mismo actualmente no se tiene un arreglo con los jugadores que no cobran salarios hace ya varios meses, aspecto que se torna más complicado en este tiempo de cuarentena.
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