Una planilla de 39 futbolistas que forman parte del primer plantel, donde también se incluyen a Juveniles, da como resultado una manutención mensual de alrededor de 191 mil dólares que tuvo que erogar el cuadro de San José, principalmente en este último semestre.
Tomando en cuenta que el capitán del equipo Didí Torrico señaló que aún se tiene deudas pendientes desde el mes de septiembre, la deuda que se mantiene con el primer plantel que culminó la temporada 2019 ascendería a cerca de los 800 mil dólares, eso sin tomar en cuenta al cuerpo técnico cuyo salario bordeaba los 20 mil dólares y según lo que dijo el técnico Miguel Ponce antes de irse el club le debe alrededor de tres meses de salario.
Esta es una de las razones por las cuales la nueva dirigencia pretende enmarcarse en un ámbito de austeridad ya que sostener una planilla de estas características en la actual situación significará tarde o temprano el debacle del club orureño y una posible quiebra económica situación que no entiende la hinchada que supone que en base a presiones llegará la solución cuando en realidad lo que ocasionan es sumir más en la crisis al cuadro orureño.
Reducir la planilla a un promedio de 100 mil dólares por mes alivianará en gran medida el aspecto económico, pero de forma contraproducente no se tendrá un plantel competitivo, como lo indicó el técnico Omar Asad, se debe pasar por alto la Libertadores 2020 y encaminar un nuevo proceso de tal forma que para fin de año se tenga un plantel renovado y sólido.
A esto se añade deudas ante FIFA con César Uribe cuyo monto real bordea cerca de 300 mil dólares, pero existe un principio de arreglo, hay otras demandas que superan los 100 mil dólares como es el caso de Nahuel Quiroga, José Caraballo; José Luis Tancredi cuyo monto es menor, además de una deuda pendiente con Huachipato por el caso de Carlos Emilio Lampe, entre otros.
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