Los santos tendrán como rivales, en la Copa, a Peñarol, de Uruguay, Liga Deportiva Universitario, de Ecuador, y Flamengo, de Brasil.
Ambos son apegados a su familia y le sacan “tiempo al tiempo” para trasladarse de Oruro a Cochabamba y compartir unas horas con sus padres y hermanos.
Luego de celebrar la conquista de la corona en la Profesional, los futbolistas retornaron a su Llajta para pasar las fiestas de fin de año. Retornarán el 7 de enero al occidente para iniciar el trabajo cotidiano.
Con humildad, sencillez y cordialidad, los hermanos nos abrieron las puertas de su casa, ubicada en el Cruce Taquiña, para conversar de la nueva experiencia profesional que tuvieron en el establecimiento orureño.
Los padres (José Benito e Isabel) y los hermanos se mostraron orgullosos por los campeones, que hicieron vibrar a Oruro y el país, porque San José conquistó su cuarta estrella luego de 11 años de sequía.
El mayor, Jair, de 32 años, abrazó su séptimo título nacional. Antes ya logró esa hazaña con Wilstermann (2010), The Strongest (2011 A, 2012 A, 2012 C, 2013 A y 2016 A) y San José.
“Tuve la suerte de jugar en los equipos que se conformaron de buena manera. En lo futbolístico fuimos creciendo con trabajo y entrega. Así pudimos lograr grandes cosas”.
El menor, Didí (30 años), celebró su primer título nacional en la Profesional. Considera que tiene “cuerda” para ampliar su palmarés en el país.
“Es mi primer campeonato y estoy contento luego de 13 años de carrera deportiva. Con el apoyo de todos, en el plantel se logró este objetivo”.
Recordó que las diferentes dificultades económicas que vivieron a lo largo del año permitieron “fortalecer al grupo”, que se unió para sacar adelante a la entidad en lo deportivo.
“Incluso tuvimos discusiones porque algunos queríamos parar y otros no. También se registraron riñas verbales en la interna, pero no pasó a mayores”.
Los hermanos destacaron el trabajo que realiza el entrenador cochabambino Eduardo Villegas Cámara, quien fue determinante para que los futbolistas mejoren su rendimiento en el terreno de juego.
El estratega tuvo la posibilidad de dirigir a la mayoría de los integrantes del equipo en diferentes clubes y “no fue difícil acomodarse a lo que él propone en el sistema de juego”, según Didí.
Rememoraron que no cobraron salarios por cuatro meses, situación que dejó molestia en el plantel, por lo que paró los entrenamientos hasta que los dirigentes se presentaron en las prácticas y firmaron acuerdos para cobrar el porcentaje de un mes.
“Como dicen, somos campeones sin plata, pero el orgullo está ahí, porque el dinero, en algún momento, llegará. No cobramos durante cuatro meses y alguna gente quería dejar el barco, pero hicimos todo lo posible para hablar y ver lo mejor para la entidad”, detalló Jair.
El lateral mencionó que alzó la copa en tres oportunidades, teniendo como entrenador a Villegas: Wilstermann (2010), The Strongest (2012) y San José (2018).
El futbolista fue campeón en varias oportunidades desempeñándose en ciudades que están a cientos de metros sobre el nivel del mar. Respondió con títulos.
“Me siento bien jugando en la altura. Estuve en La Paz seis años y me encariñé mucho con esa ciudad. Oruro me gusta bastante, fuera del Carnaval, en el que pudimos bailar dos años consecutivos en esa festividad. Ambos somos devotos de la Virgen del Socavón. Somos integrantes de la Diablada Urus. Somos osos. Queda un año más para cumplir nuestra promesa”, explicó Jair.
El futbolista adicionó que todos los integrantes varones de su familia bailan en la fraternidad como creyentes de la Virgen. “Siempre tuvimos ese sueño de hacerlo en la Diablada desde chicos”.
Los hermanos juegan en el mismo equipo, pero viven en diferentes casas. Cada uno comparte su departamento con su novia, “Estamos tranquilos. Ya somos grandes y es bueno hacer bien las cosas. Eso también ayudó para que cada uno nos exijamos al máximo”.
Las recomendaciones y los consejos entre ambos son constantes para crecer como personas y futbolistas. Ambos explicaron que cuidan “el entrenamiento invisible” y evitan las actividades nocturnas para lograr un rendimiento óptimo, de modo que el entrenador pueda considerarlos en la cancha.
A los Torrico, como buenos cochabambinos, les gusta la comida tradicional de la Llajta. Cuando visitan su casa, no dudan en “darse el permitido”, pero con el cuidado necesario.
“Cuando estoy en Cochabamba no dejó de aprovechar para comer un pique macho, chicharrón de cerdo o un charque. Son platos que me gustan bastante”, dijo Didí, con una sonrisa en el rostro.
El mayor (Jair) tiene como platos preferidos el puchero y el escabeche de pollo. Es lo primero que saborea cuando regresa a casa y comparte con su familia.
Ambos también se deleitan con los platos típicos de la ciudad de Pagador, como por ejemplo el rostro asado (de cordero y de vaca), thimpu y el charque de llama.
“Gracias a los hinchas de San José pudimos probar el rostro asado. Es muy rico. Es la cabeza de la vaca que alcanza para 10 o 12 personas. Por primera vez pude ver ese plato y me dejó satisfecho en sabor y cantidad”.
SELECCIÓN NACIONAL Los campeones del Clausura lamentaron que en la temporada ningún integrante del plantel orureño fuera llamado a la Selección para disputar partidos.
“En todo el año, ningún jugador de San José fue convocado a la Verde. Sin embargo, considero que es mejor pedir Selección con hechos, buen fútbol y con mucho corazón”, dijo Didí.
Los Torrico aseguraron que en el plantel occidental “hay varios que están para vestir la Verde” y ser parte del proceso de renovación generacional que se implementa en el balompié boliviano.
“Estoy convencido de que a la Selección tienen que ir los mejores. Se vienen la Copa América de Brasil y las Eliminatorias al Mundial de Catar 2022”, culminaron los Torrico.
Contrato
Los futbolistas cochabambinos tienen contrato vigente con el club San José hasta diciembre de 2019. El propósito es el bicampeonato.
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