Ayer, en medio de una expectativa del aficionado orureño, el jugador Iker Hernández, llegó hasta el campamento "santo" acompañado de dirigentes del cuadro de la "V" azul y del elenco "académico" en el cual no pudo debutar, el futbolista llega a préstamo por un año y se siente ilusionado de jugar en el cuadro orureño.
"Vengo muy ilusionado, con muchas ganas de triunfar conocer a los compañeros al ´profe´ y estar a su disposición, lo del pasado ya no sirve hay que hacer el presente y el futuro por ello estamos aquí para eso, entrenar de forma constante y ayudar al equipo y que ellos también me ayuden a mí", señaló en sus primeras declaraciones a la prensa orureña.
El futbolista mencionó que en Bolívar surgió un problema con la cantidad de jugadores extranjeros y por ello no se lo pudo habilitar, de ahí se presentó la opción de jugar en San José a lo cual el futbolista accedió de buen agrado.
Desde La Paz surgieron voces de que el futbolista no podía adaptarse al tema de la altura, motivo por el cual fue desafectado, Hernández negó esa situación indicando que está en plenas condiciones y lo demostrará en cancha.
"Estoy aclimatado, entrené desde el primer día que llegué a Bolivia y el problema fue que había muchos extranjeros en el otro club, si la altura me hubiese afectado no vendría a otro lugar de altura, al final todo el mundo habla y lo único que quiero es ponerme a órdenes del entrenador y ayudar al equipo", aseveró.
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